ARTE FOSFORESCENTE
La obra contiene la técnica de pintura fluorescente y la
instalación plástica, donde las imágenes cambian de color y manifiestan varios
mensajes y significados, en base al juego de experiencias, donde prima la
ironía y el doble sentido de la interpretación, como una trampa que se encarga
de encerrar el significado de cada mensaje.
El sentimiento popular, situaciones cotidianas y los símbolos, se suman a la
obra construyendo un arte para la reflexión de los artistas cuencanos elevando
su valor intelectual, enseñándoles que si es posible rebasar los límites, ser
originales y creativos, acotó Muñoz.
Técnica
Látex, óleo, lonas de formatos grandes, espray, acrílico, pintura fosforescente
y la creatividad se suman a esta exposición, que trata de manifestar la
interpretación simbólica de los problemas y la violencia social, la información
televisiva, problemas políticos y la mezcla del quichua con el español y el
inglés, que existe en el Ecuador. Los mensajes se complementan con la
imagen, el artista juega con las palabras y precisa cada una de ellas, en
ciertos cuadros existen frases como, Ojalá todo siga barato, aunque aquí todo
puffF; Dame todo lo que tengas, Plata no tengo; entre otras.



Exposición realizada en el MAC de Niteroi (Estado de Río de Janeiro).
Selección Ecuatoriana para el evento América do Sul.
Fecha de exposición: 7 de noviembre de 2011 al 15 de diciembre de
2011.
BRASIL NITEROI “2011”, Diego Muñoz ARTE FOSFORESCENTE

La propuesta está realizando en ella dos discursos diferentes, en el mismo soporte o
plano. La técnica de trabajo experimenta la plástica, la luz, el espacio, por lo que aplica
sobre las pinturas una luz que logra sensibilisar los colores fosforesentes señalando otro
discurso. Pesenta dos escenarios sobre el mismo trazado; existe una segunda parte, pero
para que aquello suceda, se necesita lograr que los colores escondidos puedan
reaccionar, estimulados por la falta de luz y lámpara fluorescente, reflejando en el
lienzo que guarda información adicional. Este efecto hace que la luz active colores
ultravioletas ocultándose el resto, lo que nos hace encontrarnos con otra posible
circunstancia, pues ahí es donde se logra captar el mensaje que además se esconde.
Festival de Arte con niños
Quito Chiquito - 2012
Festival Urbano
pintura mural con pintura fluorescente
La pintura de Muñoz es confrontativa y veraz,
pues guarda un secreto que se fundamenta en dos aspectos esenciales: posee
autenticidad y exhibe -prima facie - una monumentalidad que desborda la
imaginación de los espectadores, para que se puedan observar las dos facetas
que todo concepto lleva implícito cuando transmite un mensaje.
La propuesta subyace en una acuciosa investigación, fruto de las múltiples
inquietudes que el artista despliega, en su afán de descubrir que para
describir las cosas esenciales de la vida hay muchas vías y todas llevan a la
conclusión de que la sencillez es el signo de la verdad.
Cada tema pone en evidencia que detrás del
mensaje directo se esconde otra versión de la realidad que no puede ser mirada
de refilón, pues la verdad es relativa. Por eso, las insólitas figuras que
emergen de la propuesta constituyen un magnífico testimonio gráfico de las
visiones alternativas sobre un mismo asunto, sin las cuales es imposible
comprender el sentido pleno del mensaje artístico, definido siempre en una
dualidad que ha intrigado al ser humano desde inmemorables tiempos.
En las propuestas artísticas de Diego Muñoz el
uso de la técnica es fundamental para el planteamiento de sus temas.
Por eso la utilización de pintura fluorescente permite al público comprender a
cabalidad que es importante descubrir el mensaje alternativo de cada tema
propuesto, a la manera de una radiografía de la realidad.
Los formatos monumentales de las obras del artista reflejan una gran experticia
para el manejo espacial, en el que se imbrica el desarrollo de un tema y se
confronta al espectador para descubrir otros aspectos de la realidad cotidiana,
que no siempre son detectados al momento de comprender el mensaje artístico.
En el proyecto se puede encontrar una especial
capacidad para la utilización de la cromática y un peculiar talento para
pigmentar el color en puro estado natural.


Breves ideas para una obra abierta… por Juan Carlos Astudillo S.
La obra de Diego Muñoz transmite ese ímpetu barroco y kitsch que alimenta el qué hacer –inclusoespiritual
de nuestras tierras y nuestra gente (esa suerte de niebla y sol y piedra que se cuecen en un
mismo charco, todos alineados y dispersos, claros y difusos…), lo cual, dicho así, sería vago o
tembloroso si no estuviese sustentado por una original perspectiva sobre lo expuesto ya que, en esta obra
o, mejor, en su lenguaje, se juega una suerte de doble lectura que, además, confirma esa saturación de
posibilidades con que de-construye su propio mensaje o testimonio: reflejo.
Mensaje o testimonio, digo, ya que en esta propuesta estética y conceptual se mezclan la voluntad de
ironizar (uno de los rasgos que, mayoritariamente continúa el arte contemporáneo) sobre la urbanidad
legible de la mass media (esa suerte de “imaginario colectivo” que nos presenta y atribuye la mecánica
cuasi-absoluta de la posmodernidad intelectual en que vivimos, su retroalimentación autónoma y sus
procesos de cooptación) y el testimonio de un interlocutor que acude para sumar con sus propias y
específicas maneras de construir imágenes, para aportar, desde esta perspectiva, siempre desde esta
perspectiva, sobre lo que vamos continuando día a día como sociedad, por un lado, y como expresión de
un rasgo de la misma, por otro. Y es que esta obra reacciona frente al mundo tejiéndose a través de la
mágica abstracción del instante, entendido este –como lo haría G. Sucre- como la contemplación en
donde se unen el tiempo –su fluidez- y la imagen que lo ostenta –la fijeza-: “El instante es
simultáneamente fijeza y vértigo: fijeza en movimiento, vertiginosidad que se fija…”(Sucre,
1985:73), paradójica certeza que nos define… y se levanta, decía, sobre este instante-realidad de
(d)escribir un amplio bagaje de posibilidades.
Así, técnicamente, la obra se bifurca en sus posibilidades de interpretación merced al juego de la
fluorescencia sobre los diferentes soportes lo cual, por obvio que resulte decirlo, permite al autor poner de
manifiesto, desde esta perspectiva, su necesidad de exponer al mundo como tal: un mar rizomático de
variables… claro que la propuesta continúa esta lectura del mundo, digamos así, real, encontrando que es
el símbolo el que designa las cosas, los conceptos, las realidades y que, asiéndose con él desde su
referente es decir, utilizándolo, se puede descifrar un crítica que define su intencionalidad de poner en
duda un sistema desde dentro del mismo, como dicta la conciencia…
Diego Muñoz es un artista comprometido con la evolución de su obra, un buscador incansable que
camina al ritmo de una necesidad que lo aqueja, que le exige, que le oprime hasta el borde del
desmembramiento… por eso –además- esta obra abraza la vertiginosidad de lo efímero, ya que su
permanencia depende de la respuesta que se active en el espectador. Obra irrepetible, por su dependencia
y arraigo hacia el momento y circunstancias en las cuales se expone, ISHKAY SHUNKU se quiere un
punto de inflexión de la producción plástica local, cuando pareciera decir a voz abierta, como mensaje de
quipa y garganta que esto, que está sucediendo, no podrá ser más, cerrando una puerta que ella misma ha
abierto, para mostrar su camino, para dejar sobre el tiempo una huella de su marcha…








“La pintura ha cambiado, se ha
transformado, ya no es la tradicional que de pronto sirve para decorar los espacios,
sino más bien funciona para la reflexión, la crítica, el diálogo y el
conversatorio, y para expresar lo que ocurre con el ser humano”.
Bajo esta premisa, el artista cuencano Diego Muñoz trabajó su nueva propuesta
titulada Ishakay Shunku, la cual representa su primera exposición presentada en
Guayaquil.
Muñoz dice que su reciente producción lleva una denominación quichua porque
“últimamente ha habido mucha confrontación con ese idioma”. Su traducción es
Dos corazones, “los mismos que tiene el ecuatoriano, porque a veces no sabe qué
es bueno y qué es malo, los discursos siempre están cambiando. Algo puede ser
verdad, pero también puede ser una mentira”, añade.
El artista señala que los trabajos que presenta en Ishakay Shunku consisten en
“diez lonas experimentales fluorescentes, que sin la luz del neón tienen un
significado, pero que al darles iluminación proporcionan otra lectura, es
decir, sugiere que el espectador encuentre un primer mensaje y que luego,
cuando se prenden las luces fluorescentes, se descubre otro mensaje que borra
automáticamente el anterior”.
Agrega que es una reflexión sobre lo que está sucediendo en el país y también
una visión de los nuevos símbolos que se usan para abordar la pintura”. Comenta
que hay historias de violencia, de inconciencia social, de la política
nacional, de las drogas, de la crónica roja y de algunos héroes.
La muestra de Muñoz llega al Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC)
del Centro Cultural Libertador Simón Bolívar por sugerencia de Hernán Pacurucu,
artista, catedrático y coordinador de la maestría de arte de la Universidad de
Cuenca, quien ya ha participado en algunas actividades para esta entidad.
Ishakay Shunku ya se presentó en las instalaciones de la Facultad
Latinoamericana de Comunicación Social (Flacso) en Quito, entre enero y febrero
pasados. A mediados de este año su creador tiene previsto llevarla a Cuenca.
Muñoz, quien obtuvo la licenciatura en artes visuales en la Universidad de
Cuenca, comenzó su actividad artística hace 10 años. Indica que ha trabajado en
las áreas de la fotografía, el video, la pintura, el teatro y el performance.

CUBA Santa Clara
Exposicion de Arte con Diego Muñoz
pintura fidel castro y atahualpa en un intercambio cultural obra en cartón Acrilico., 30cm x 30cm espesor de 15 cm
Menciona que ha obtenido premios en concursos de pintura organizados por el
Municipio de la capital azuaya, ingresó con su obra en el Salón Mariano
Aguilera en Quito y 40 fotografías suyas se incluyeron en el libro de
patrimonio cultural que preparó la Unesco sobre Cuenca.